«La atención personalizada y encontrar el tratamiento perfecto para cada cliente, es mi prioridad»
Dulce Calvo
propietaria
Un refugio de belleza
Corría el año 1983 cuando una joven comenzaba ilusionada a trabajar en el sector de la perfumería y la cosmética en una céntrica perfumería compostelana.
Inicié así mi primer contacto con este mundo del cual he hecho mi profesión, mi ilusión, y, en definitiva, mi vida.
Años más tarde, me embarqué en una aventura en solitario poniéndole mi propio nombre para que en mis inicios, fuese mi mejor publicidad. Mi objetivo ha sido siempre ofrecer soluciones a las necesidades de mis clientes, en un entorno de cercanía y rigor.
A día de hoy y después de 35 años me siento satisfecha de poder contar en mis centros con las mejores firmas, lo último en aparatología, los tratamientos más exclusivos y sobre todo con un personal altamente cualificado.
Me considero una persona ambiciosa pero no en lo material sino en lo profesional; con un nivel de exigencia, para mí y los míos, que nos permita mantenernos en la vanguardia con el paso de los años.
Últimamente nuestro sector ha cambiado mucho pero yo sigo apostando por el trato personalizado, por la sonrisa cercana, por ese consejo sin prisa. Por estar ahí. Porque te sientas parte de nosotros.
